Ángel Amílcar Colón Quevedo es un
hombre de origen garífuna, un pueblo con presencia en varios países de
Centroamérica.
Es defensor de derechos humanos,
ha trabajado en organizaciones como la Asociación Hondureña Mujer y Familia y
fue Presidente de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
El 7 de enero de 2009 tuvo que
salir de Honduras, dejando a su compañera y dos hijos por la necesidad
económica de ayudar a su familia y pagar la atención médica de Ángel Elvir, el
mayor de sus hijos, quien había sido diagnosticado con cáncer.
Después de pasar por Guatemala
fue abandonado en Tabasco por la persona a la que le había pagado por cruzarlo
hasta los Estados Unidos. Se trasladó de forma similar a Tijuana, en donde otra
persona lo llevó a una casa, en donde le ordenó permanecer en una habitación
bajo la amenaza de quitarle la vida si desobedecía.
Un operativo en el que
participaron diversas corporaciones policiacas, irrumpió en la casa. Ángel, fue
detenido junto con otras 10 personas y acusado de delincuencia organizada,
acopio de armas de uso exclusivo del Ejército, y delitos contra la salud.
Se argumenta que al ser detenido,
Ángel no tenía en su posesión armas y que no existen pruebas que lo vinculen a
las drogas que fueron encontradas en el lugar, según el parte informativo de la
policía. En cambio, fue víctima de múltiples abusos, agresiones y tortura.
Ángel fue torturado durante varias horas antes de ser puesto a
disposición del Ministerio Público, por elementos del Ejército y por policías
federales; posteriormente fue llevado a una base militar donde le tomaron su
declaración ministerial sin haberle respetado su derecho a recibir asistencia
consular.
Estuvo encarcelado en el Centro
Federal de Readaptación Social No. 4 Noroeste, en Tepic, Nayarit. Después de
cinco años, seis meses y siete días, como él mismo lo relata, y a pesar de la
violencia infringida por el sistema de justicia mexicano, Ángel fue liberado el
16 de octubre de 2014, después de que la Procuraduría General de la República
presentó sus conclusiones de no acusación; aunque esto no fue el final de la
amarga experiencia que tuvo en nuestro país, ya que el Instituto Nacional de
Migración lo retuvo por varias horas en sus instalaciones.
Actualmente, Ángel se encuentra
de regreso en Honduras, donde espera el apoyo prometido por la Comisión
Nacional de Derechos Humanos de su país.
Reportaje NTN24 sobre apoyo Amnistía Internacional: