Ali
Aarrass cumple 12 años de prisión por terrorismo. Él niega todos los cargos y
afirma que lo obligaron a confesar mediante tortura. Nacido en Melilla, se
trasladó a Bélgica a los 15 años y tiene doble nacionalidad, belga y marroquí.
En 2005 regresó a Melilla. En 2006 las autoridades españolas lo investigaron
bajo sospecha de actividades terroristas, pero no hallaron pruebas; en 2008 lo
encarcelaron al solicitar Marruecos su extradición.
Estuvo
en régimen de aislamiento durante más de dos años y se puso en huelga de hambre
en tres ocasiones. En 2010 fue extraditado a Marruecos. Afirma que los agentes de
los servicios de inteligencia marroquíes lo torturaron en una cárcel secreta
durante 12 días. En 2011 fue declarado culpable de uso ilícito de armas y de
formar parte de un grupo que pretendía llevar a cabo actos de terrorismo. Su
sentencia condenatoria se basó exclusivamente en sus declaraciones tras ser
torturado.